Caldo de pollo y su compañia

El viernes ya se veía que el sábado iba a ser un día lluvioso, por lo tanto, día ideal para pasarlo en la cocina. Así que el viernes pase por la carnicería de barrio “Alacreu” regentada por Carlos y su mujer. Siempre compro la carne aquí, puedo asegurar que tras 9 años comprando entrecot de ternera gallega, siempre, siempre sale tierno. Os recomiendo el sitio, tiene productos muy buenos…

Primero cogemos una olla de 9 litros, la llenamos ¾ y metemos los 3 esqueletos de pollo y el muslo entero, todo sin piel, el carnicero ya le ha quitado la piel y el culo…

Dejamos cocer a fuego medio, mientras tanto preparamos las verduras que vamos a utilizar en este guiso, en realidad más que verdura, son tubérculos: 2 Patatas, 2 chirivías, 2 zanahorias, 1 napicol, 1 nabo blanco, 1 boniato (batata) y 1 cebolla. Pelamos todo para incorporar en la olla.

Antes de poner de poner la verdura debemos espumar el guiso, ya que la carne suelta sus impurezas y si quitas esa espuma, el caldo queda más rico. (Siempre que hay temporal y voy a las Rotas, veo como las olas se estrellan contra la piedras, en las calas se forma una espuma marrón, pues cuando lo veo, siempre me viene a la cabeza la espuma del puchero)

Tras espumar el guiso añadimos todas las verduras y los 2 higaditos de pollo. Bajamos el fuego, lo tapamos y dejamos que se haga a fuego lento unas 2 horas mínimo. Puede estar más tiempo, lo que pasará es que el caldo se reducirá, quedará más fuerte e intenso y la hora de usarlo le puedes añadir agua para suavizarlo y alargarlo. 
Tras apagar el fuego lo mejor es dejar que se enfríe un poco. Suelo ponerme a las 12:00 y pasado una hora o dos apago el fuego, lo dejo tapado; de esta forma cuando regreso a él, por la tarde, ya está tibio, siendo así mas fácil de trabajar.

Ahora viene un trabajo un poco pesado y laborioso, hay que tomarselo con calma y buen humor. Lo primero es sacar las verduras, ponerlas en una ollita, añadir un poco de caldo y apartar.

Después ponemos en un plato 1 esqueleto de pollo, solo uno, ya que si ponemos mucho será más complicado y no se ven los muchos restos aprovechables que tienen esos huesos,. Por último sacamos el muslo y lo desmigamos. Todos estos restos los vamos a utilizar como tropezones en las sopas, para hacer arroz seco o para relleno de empanadillas. Otra opción es hacer un bocata con migas de pollo, lechuga y mahonesa.

Ahora solo nos quedan las verduras, las que vamos a triturar con la batidora (familiarmente conocida como la minipimer) lo trabajamos un rato, para que no quede ningún grumo, si falta caldo añadimos un poco más, así nos quedara más fina.

Para finalizar cogemos un colador y pasamos el caldo a todos los recipientes restantes, dejamos que se termine de enfriar todo y ya podemos meterlo en la nevera o congelador.

Este es el resultado, sopa para varios dias, crema de verduras y tropezones para acompañar. Esta semana ya tengo claro que vamos a comer....