Mi estómago me avisa y llega la
hora de la cena, así que me acerco a la cocina, abro el armario/despensa y
ocurre uno de esos momentos en los que me quedo ahí, pasmada, mirando la colección
de latas y botes que pueblan las estanterías. Miro como hipnotizada, con una única
duda en la cabeza ¿Qué hago para cenar?, y pasados unos minutos la pregunta se
convierte en; ¿Qué diablos hago para cenar?, mientras tanto mi barriga empieza
a sonar como si hubiese un tigre en su interior.
Al final he terminado con una ensalada
y unas tostadas con paté… Como la lata es más grande de lo habitual, la voy a
usar en otra receta.
1 Pechuga de pollo
5 nidos de pasta verde
1 Cebolla
50 gr. de pate de pato.
50 ml. agua
Aceite y sal al gusto.
Para esta receta vamos a pedirle al carnicero que nos trocee el pollo en tacos pequeños, como para comida china. Si la compras envasada tendrás que cortarla tu mismo. También cortamos la cebolla pero, en trozos pequeños que el pollo.
Ponemos una olla con agua al
fuego, cuando empiece a hervir introducimos la pasta y dejamos cocer a fuego
lento el tiempo que indica el fabricante.
Mientras se cuece la pasta
ponemos la sarten o wok al fuego, añadimos un poco de aceite y dejamos que se
caliente.
Añadimos el pollo y le damos
unas vueltas.
Añadimos la cebolla y cocinamos
hasta obtener un color dorado.
La pasta ya estará cocida, la
escurrimos e introducimos en el wok, le damos unas vueltas, cubrimos con una
tapadera y dejamos reposar durante unos minutos para que la pasta absorba el
sabor de la salsa.
Servimos en dos platos y listos
para comer.
Podemos espolvorear con queso rallado y acompañar con una refrescante agua al limón
Podemos espolvorear con queso rallado y acompañar con una refrescante agua al limón
Besos y abrazos.
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