Caldo de Pescado

domingo, 10 de julio de 2016


Esta vez voy a probar con otro básico de cocina: “el fume de pescado”, o por casa más conocido como caldo de pescado.


Estaba comprando unos preciosos boquerones frescos y de paso me he lanzado a comprar más pescado. He pedido “morralla” para hacer un caldo, pero no tenían, no obstante la amable pescatera me ha ofrecido hueso de rape, y ante esa pinta tan, tan horrorosa he aceptado, ja, ja. ¡Qué cosa más fea!

No me gusta hacer este caldo, desde mi olfato sólo veo que la casa apesta, no lo puedo remediar, soy poco amante del olor del caldo de pescado, lo hago pocas veces pero, ¡No solo de carne se vive! Así que no tengo otro remedio que ponerme una pinza en la nariz y prepararlo, aunque reconozco que solo de rape no apesta tanto (menos mal)

Como todos los caldos, esta es una receta bien sencilla de preparar y además es de esas recetas rentable, la haces un día y tienes para muchos más.



En esta ocasión los ingredientes son los siguientes:

4 huesos de rape.
1 Cebolla.
1 Zanahoria.
Aceite y sal.






Empezamos troceando la cebolla en pedazos pequeños y la zanahoria en trozos más grandes.

Ponemos una olla honda al fuego, añadimos aceite y dejamos que se caliente. Incorporamos la cebolla, sofreímos y añadimos la zanahoria.
Cuando esté bien rehogada añadimos la sal. Ponemos los huesos.
Le damos unas vueltas y cubrimos con agua y añadimos sal otra vez.
Pasados 5 minutos de ebullición le quitaremos la espuma con ayuda de una espumadera, rasera o cuchara.
Bajaremos el fuego y pasados otros 5 minutos, le quitaremos los últimos restos de espuma.

Nota: si odias espumar un caldo... Yo te recomiendo que le pidas al más ordenado de la casa que lo haga, y veras como te organiza la parte superior del caldo sin un mota de espuma.

Dejamos cocer a fuego medio bajo durante 30 minutos, en total lo vamos a tener 40 minutos cociendo.

Apagamos el fuego y con ayuda de unas pinzas sacamos todos los huesos de rape.

Preparamos dos ollas tamaño pequeño y con ayuda de un escurridor pasamos el caldo a cada recipiente.
Al final tendremos el escurridor con todos los restos sólidos que vamos a desechar.

Y dos ollas con un caldo precioso transparente que nos sevirá para otras deliciosas recetas. Dejamos enfriar sobre el banco y luego conservamos en la nevera unos días, si no lo vas a consumir todo, mejor congela una parte en medidas adecuadas para tu uso.
El caldo de pescado se puede hacer de todo aquello que tengáis (pescado/marisco), no le hagáis feo a nada, más aun, cuanto más feo sea, mejor caldo dará. Da igual que sean huesos, espinas, cabezas o pieles de gambas, esqueletos de cangrejo, todo vale. Luego simplemente lo escurres y se queda un caldo muy sabroso. Recuerda que si los restos tienen carne, vale la pena aplastarlo todo con ayuda de la cuchara contra el escurridor y sacar el máximo de jugo. 

Hay personas que le ponen limón, pimienta o colorante; yo siempre prefiero añadir estas cosas para cada receta. Desde hace tiempo me he acostumbrado a poner pocas especias, realmente me gusta que todo sepa a lo que es.

Espero que os haya gustado y ya veréis, pronto publicaré otra receta con este caldo apestoso, ja, ja.

Besos y abrazos.

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