Seguimos
pasando calor, este es el último fin de semana de julio y no hay manera de
cocinar sin sufrir, así que hoy vamos a comer una ensalada bien fresca, fácil de
hacer y con una presentación muy bonita para llevarla a la mesa y deslumbrar.
Recuerda, la comida entra por los ojos.
Estoy
intentando consumir menos plástico, en la sociedad en la que vivimos es difícil
no seguir el camino que nos imponen las grandes empresas y muchas veces por
falta de tiempo vamos a lo fácil, sin pensar en las consecuencias. Hace años
que la fruta y la carne las compro en las tiendas de barrio, pero ahora estoy
intentando hacer lo mismo con el fiambre; ya sé que esos paquetes de plástico nos
facilitan la vida, pero generan mucho desperdicio, no solo de plástico, también
las estanterías están llenas y cuando caducan los tiran sin mas… Así que ahora también
intento comprar el fiambre en la tienda de barrio, por eso para esta receta he
pedido al carnicero que de la sección de charcutería me corte 3 rodajas finas
de: pollo, salchichón y mortadela
Los
ingredientes son:
80gr de
pasta seca.
1 loncha
fina de salchichón
1 loncha
fina de mortadela con aceitunas.
1 loncha
fina de pechuga pollo.
Lechuga iceberg.
Tomate.
Canónigos
y rúcula.
Aceite y
sal.
Antes de
empezar debemos hervir la pasta, estos lazos se cuecen en 10’ pero puedes
elegir la pasta que tengas, yo he puesto 40gr en seco por persona.
Una vez
hervida, la escurrimos bajo el grifo, añadimos aceite, mesclamos bien para que
no se pegue y dejamos esperando.
Cortamos
en taquitos pequeños el fiambre y los mezclamos.
Cortamos
la lechuga iceberg que es muy crujiente y refrescante.
Cortamos
el tomate en láminas finitas.
Seleccionamos
los canónigos y rúcula más frescos.
Ahora
solo nos queda montar el plato de una forma ordenada, alternando colores para
generar contraste y quede muy bonita.
Llevamos
a la mesa junto con la sal y aceite.
Publicar un comentario
Gracias por visitar el blog, tu comentario es bienvenido: